sábado, 16 de febrero de 2013

Usa las tarjetas de forma correcta



Tarjeta de crédito

Uno de los productos bancarios con el que más control y cuidado debe de emplearse es no obstante uno de los más estandarizados en su uso, ya que hablamos que más de un 70% de los clientes de las entidades financieras lo usan. Estamos hablando de las tarjetas, o lo que vulgarmente se conoce como el dinero de plástico.

Y debemos de tener cuidado por dos motivos: por un lado, porque muchas tarjetas explican su funcionamiento en letra pequeña y cuando sucede algo extraño las sorpresas no suelen ser agradables.
Y por otro, la generalización de este medio de pago en la última década ha hecho que proliferen muchos amigos de lo ajeno que ven en este medio una forma ideal para poder realizar un uso fraudulento de las mismas y, a fin de cuentas, robar al prójimo.
Por eso es conveniente que cuando seamos titulares de una tarjeta debamos de tener una serie de comportamientos en cuanto a su utilización que ayuden a que este producto sea realmente útil al que lo usa.

Puntos a tener en cuenta a la hora de contratar una tarjeta
  • Saber bien cuáles son las formas de pago que ofrece nuestra tarjeta: al contado, a crédito a fin de mes sin intereses o aplazamiento con intereses (o sin ellos en algunos casos). Saber esto, unido a que sabemos de cuánto van a ser nuestros ingresos mensuales, nos puede ayudar a tener una gestión más racional de lo que pagamos con la tarjeta y de cómo pagarlo.
  • Saber de antemano cual es el tipo de interés que vamos a pagar por el aplazamiento de una compra. Aunque hay tarjetas que no cobran muchos intereses por el aplazamiento, otras sí que lo hacen, con lo cual, en caso de optar por aplazar un pago a 12 meses, sin duda resulta más caro que el solicitar un préstamo a ese mismo plazo a la entidad.
  • Saber que seguros vinculados posee la tarjeta ya que en algunos casos las pérdidas de la misma y el uso fraudulento que se derive de ello puede que no sean cubiertos.
En definitiva, el siempre debemos conocer al detalle la letra pequeña que está en el contrato de nuestra tarjeta y que firmamos muchas veces sin fijarnos en lo que realmente estamos firmando.

Si lo que nos preocupa es en el uso de la misma, hay diferentes factores o comportamientos que debemos de tener en cuenta para garantizarnos un correcto uso de nuestra tarjeta.

Cómo usar bien la tarjeta
  • Por descontado, nunca guardar el PIN de nuestra tarjeta con ella. Que nos roben la tarjeta o se pierda es posible, pero por lo menos no facilitar el trabajo a quien la sustraiga o la encuentre.
  • Cuando se pague en un establecimiento, intentar que siempre se pase la tarjeta por el TPV delante de nosotros para evitar problemas con posibles clones que nos puedan realizar de nuestra tarjeta.
  • En la medida en la que se pueda, deberemos optar por emplear cajeros con puerta de cierre automático para evitar posibles robos o que alguien pueda ver nuestro PIN del cajero.
  • Si empleamos nuestra tarjeta para la realización de pagos de compras por Internet, que todas las que realicemos se hagan en webs que ofrezcan certificados de ‘Comercio Electrónico Seguro’, lo que garantiza que un posterior uso fraudulento de nuestra tarjeta derivado de la extracción de las claves a través de esa web será responsabilidad de ella y no de nosotros.
Ambas cosas, es decir, conocer nuestra tarjeta así como aprender comportamientos correctos de uso deberá de ser acompañado desde nuestro punto de vista de un control continuado del importe que llevamos pagado a través de ella.

Los descuidos con el uso de las tarjetas en cuanto a su uso y olvidar lo que ya se ha gastado con ella durante el mes solo llevan a apuros a final de mes cuando nos llega la cantidad que debemos de abonar a la entidad financiera, como pago único o fraccionado.

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COMENTARIOS:
Quiero añadir varias cosas desde el punto de vista de un consumidor combativo y, en lo posible, ahorrador.

En primer lugar, existen tarjetas de crédito y débito que no tienen comisión por emitirlas. Por esta razón, yo nunca pagaría al banco por tener una tarjeta. Un banco que te cobra por lo que otros ofrecen gratis, ya te está diciendo que son unos usureros. Cámbiate de banco. Por supuesto, te lo envolverán diciendo que además ofrecen otros servicios mejores que los demás y blablabla. No piques. Cámbiate de banco.

En segundo lugar, yo tengo varias tarjetas de crédito y débito (todas gratis) pero procuro no usarlas nunca para pagar en los establecimientos comerciales o de servicios.

¿Porqué? Como ya dije anteriormente en este blog, la extensión del uso de las tarjetas favorece principalmente a los bancos. Por eso tienen tanto interés en que las usemos a todo trapo. Por eso anuncian participaciones en sorteos y similares cuantas más veces las uses. Pero que no te engañen: las probabilidades de que te toque algo son despreciables de pequeñas que son.

Pero, si ellos ganan, ¿quien pierde?. Todos los demás. ¿Cómo? Con un incremento en los precios que el comerciante tiene que cargar para compensar el pago con tarjeta de muchos de sus clientes. Esa subida de precios afecta a todos los clientes, ya paguen con tarjeta o en efectivo, porque el precio va a ser el mismo.

Cada vez que pagas con tarjeta, un 2% (aproximadamente, porque dependerá de bancos) va directamente al bolsillo del banco. No va a favorecer al comerciante que te atiende y que arriesga su dinero (y tal vez hasta su casa) en su empresa, sino a unos señores que se ríen de todos nosotros, que nos aplastan con sus intereses, que nos engañan con productos financieros tóxicos, que desahucian a sus clientes después de haberles empujado irresponsablemente a pedir hipotecas 'hinchadas', que son rescatados con impuestos de nuestros bolsillos, que ponen y quitan políticos, que perdonan deudas a los partidos políticos, etc. Elementos que, después de hundir una economía y su propio banco, se van de rositas con indemnizaciones millonarias por contratos blindados. E inversores que pueden comprar acciones de tu banco desde cualquier punto del planeta y se enriquecen con tu 2% en los dividendos que reparte tu banco o VISA (American Express, etc.), llevándose la riqueza del país.

Las empresas VISA, American Express, Diner's Club, etc. tienen su cuartel general en Estados Unidos, así que allí van parte de los dividendos que tu banco saca cuando pagas con tarjeta. Tu banco también se queda con una parte, claro, que va a los bolsillos de sus directivos y, algo, al dividendo que da a los accionistas. Así funciona el tinglado que tienen montado.

Estas empresas multinacionales nunca podrán una tienda ni un cine en tu barrio. Conste que yo, aunque no esté en mi barrio, tampoco pago con tarjeta. Pago en efectivo. Incluso en MacDonalds (creo que ahora admiten tarjetas), aun siendo una multinacional americana, las pocas veces que voy, pago en efectivo.

Para lo único que uso las tarjetas (de débito), generalmente, es para sacar dinero de los cajeros automáticos, gratis, por supuesto. Y con ese efectivo pago en los comercios. ¿Un poco más de engorro? Sí, pero la causa lo merece. Y los pequeños empresarios también.

EXCEPCIÓN: Carrefour insiste mucho en que use su tarjeta PASS (Visa) incluso en su comercio. Y eso es lo que hago, pero sólo en su hiper y en su gasolinera. Cuando compro en su hipermercado, que son pocas veces, y cuando echo gasolina en su surtidor, que es casi siempre, pago con su tarjeta. En el primer caso me devuelven el 1% y en el segundo caso me devuelven el 8% (todo ello en un cheque-ahorro trimestral que tengo que gastar en su hiper).

Ojo a esas tarjetas de "te devuelven dinero". Por supuesto el banco no lo va a poner. Si te devuelven algo es porque primero se lo han quitado al comerciante, y en demasía, porque la parte del león se la quedan ellos. Si a ti te devuelven el 1%, al comerciante le habrán descontado el 2,5% ó el 3%.

¿Porqué promociona Carrefour la PASS? Supongo que por fidelizar a los clientes y hacerse publicidad, pero si tuvieran muchos como yo, no sé si les saldría a cuenta.

En cualquier caso, si pago con tarjeta, siempre procuro que sea lo menos posible y nunca aplazo ninguna parte de la cantidad que adeudo a fin de mes (la visa cuenta del día 20 al 19 del mes siguiente). Todo debe quedar liquidado a primeros de mes. Y no puede ser mucho, porque aún me tiene que quedar suficiente en la cuenta para pasar el mes que empieza.

OJO: no sería del todo honesto si no mencionara las ventajas de las tarjetas o, al menos, lo que nos hacen creer que son ventajas: tranquilidad y comodidad. El usuario puede estar tranquilo sin llevar (mucho) dinero metálico encima. Ante un atraco o robo, las tarjetas son de poca utilidad para el ladrón. Además, no tienes que ir al cajero a retirar dinero o, al menos, con tanta frecuencia.

Para el comerciante lo mismo: una vez está cobrada la operación, el dinero pasa directamente a su cuenta, donde supuestamente ningún ladrón se lo va a quitar (digo supuestamente porque los primeros ladrones son los bancos, pero en fin). Además, tampoco tiene que ir a ingresar el dinero a una entidad bancaria o, al menos, no llevar grandes cantidades, o ir con menos frecuencia porque el grueso de las ventas ya está ingresado en su cuenta (menos la 'mordida').

A cambio de estas ventajas, el inconveniente es, para el usuario, que es fácil pasarse de gastos, ya que no percibimos la salida de los billetes de nuestro bolsillo. Y una tonta y optimista ingenuidad nos hace pensar que el mes siguiente regularizaremos el balance negativo de este mes.

También existen muchos fraudes posibles con las tarjetas de pago, por no mencionar lo que es comercio por internet, que esto ya lo indica el artículo arriba copiado.

Para el comerciante, la comisión que le cobra el banco ya es una desventaja clara, aunque cuantificable. Creo que también les cobra el banco por el terminal que les deja para pasar las tarjetas.

Si eres de los que pagas en metálico y vas al cajero a retirar fondos, al ver el saldo y saber en qué día del mes estás, te haces una idea de cuánto te queda para el resto del mes. Si es poco, es probable que no hagas ciertos gastos de los que sabes que puedes prescindir o, al menos, pueden esperar mejores tiempos. Esa información te queda velada cuando usas tarjetas de crédito y/o débito para pagar los gastos ordinarios y/o extraordinarios. Y entonces viene el susto, como decía el artículo arriba copiado.

No lo olvides: "La Banca siempre gana" (y las finanzas son un gran casino). Que no te camelen.

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