viernes, 12 de diciembre de 2008

Cabreo con ING Direct

Hoy traigo otra querella, esta vez contra ING Direct.

Simplemente corto y pego el mensaje que les he remitido después de descubrir que me han cobrado 18 euros por un descubierto en mi cuenta corriente:

Me acabo de enterar con estupor de que me habéis cobrado 18 euros "de comisión" por un descubierto de 5 días. O sea, que los pocos euros que me reporta mi cuenta nómina durante un año por recibos domiciliados me los habéis soplado de un plumazo porque durante 5 días (o los que sean) he estado en números rojos. Comparemos 5 días frente a todo un año.

Simplemente no hay palabras para decir lo que pienso de vosotros. Habéis perdido toda mi confianza. Si he estado en números rojos no es precisamente por mi gusto y no sabía de ese atraco. Me habéis avisado de que estaba en números negativos, pero no de que me íbais a cobrar esos 18 euros. ¿Qué queríais? ¿Sorpresa, sorpresa? Pues sí, me habéis sorprendido. Ahora me toca a mí sorprenderos dándome de baja como cliente. ¿Cuándo? Lo antes que pueda. Buscaré alguna entidad con oficinas reales en mi ciudad donde pueda hacer un ingreso de urgencia en caso necesario, y donde pueda mirar a los ojos al empleado y donde pueda dar un portazo si abusan de mi confianza, como habéis hecho vosotros.

No sé cómo el gobierno permite que se cobren esas abusivas "comisiones" (término mafioso donde los haya) a los bancos por los "descubiertos", que es cuando el cliente más necesita el apoyo de su banco. Sobre todo cuando hay una nómina domiciliada en ese banco y una trayectoria de ese cliente que demuestra que es solvente a pesar de los tropiezos propios de la vida. Seguro que hasta los empleados de ING tienen descubiertos en sus cuentas de vez en cuando. Pero no sus directivos, ni los políticos que con tanta alegría inyectan el dinero de mis impuestos para salvar a los bancos. No, esos no tienen descubiertos. Por eso permiten el abuso.

Habéis perdido mi confianza y ya no podéis seguir siendo "mi otro banco". Érais mi único banco, porque creo en las relaciones de confianza y no quiero tener 24 bancos, sino uno sólo fiable y que me trate bien. Pero si me roba y me da una puñalada por un descubierto de unos días, entonces no puede ser mi banco. Eso no es "fresh banking", eso es "fresh robbing". ¿Qué pasa? ¿Es que os parece poco jugoso el 12% nominal (y más caro el TAE) que me cobráis por cada día de descubierto? Pues os debería parecer suficiente, porque yo os dejo mi dinero y no me dáis tanto interés.
Y estábais ganando dinero con cada compra que pagaba con vuestras tarjetas, que ahora dejaré de usar hasta que cambie de entidad. Eso que perdeis.

En fin, nada más. Si acaso, deciros que voy a colgar esta carta en mi blog para aviso de navegantes. Yo os había recomendado entre mis familiares y conocidos como un banco serio y fiable. Ahora tendré que decir lo contrario.

Creo que, al final, son las empresas las que más pierden cabreando a sus clientes fieles. Ya sé que sólo soy un frío número en vuestra base de datos y mi trayectoria se resume a un cálculo que dice: "es rentable" o "no es rentable". Pues es cierto: no soy rentable, pero lo voy a ser menos cuando haga publicidad negativa de ING Direct. Esa es la obligación de todo cliente que se marcha cabreado. Es una obligación moral, para tratar de que las grandes empresas se humanicen y respeten a los clientes, que al fin y al cabo es de los que viven. Y si nuestro dinero no os interesa, ¡dejaros de tanta publicidad y de decir "sin comisiones"!.

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