miércoles, 14 de octubre de 2015

La odisea de la beca de libros de texto

Cada vez que tengo que rellenar formularios para pedir alguna cosa a la Administración, me pongo de una mala leche...

Ahora tocaba pedir una ayuda de libros de texto al ente autonómico.

Para empezar, hay que hacerlo por internet. (Bueno, está la opción de pedir un formulario en blanco en el colegio y rellenarlo a mano, lo cual es también bastante mal rollo).

Haciéndolo tú por internet se ahorran el tiempo de los auxiliares administrativos que tendrían que teclearlo si estuviera en papel (aunque creo que ahora lo hacen los de los colegios). Bueno, hasta ahí bien. Un ahorro para los contribuyentes, un trabajo más para la familia que espera beneficiarse de la ayuda.

En mi caso hay que rellenar un montón de campos, porque somos muchos en la familia y conviene incluir a todos, para entrar dentro de los márgenes de renta que se han establecido. Con los ingresos que tengo, igual no sería necesario incluir a todos, pero como no estoy para matemáticas esta mañana, que además me puedo equivocar y perder la beca, he incluido a todos. En total, diez personas. Multiplica esto por otros diez campos o así que hay que rellenar para cada uno. Y cada uno en una ventana, que hay que abrir, rellenar, comprobar, grabar... Es fácil cometer errores. Si te das cuenta a tiempo, tienes que andar volviendo para atrás, abrir dieciocho (es un decir) ventanas, borrar el dato malo, poner el bueno, volver a cerrar. A ver si ahora ya sí...

Si te equivocas y pones, por ejemplo, que es un progenitor cuando debería ser un hermano, te avisa, sí, pero en vez de darte la opción de corregirlo, directamente te borra toda la ficha de ese familiar y tienes que volver a empezarla de cero. "Muchas gracias", señor informático, o al hijo de su madre que se le ocurrió tan "eficaz" idea. "Gracias"... por poner palos en las ruedas. Mi tiempo también tiene un valor, ¿lo sabía?

Me piden el número del libro de familia numerosa. ¡Pero si ya lo tienen ellos! Y, de todos modos, ¿para qué? Si con todos los hijos que he puesto (8) no me pagan la beca, es que es mejor que ni la convoquen, oiga.

Y otros datos que no sirven para nada en mi caso: discapacidad. Sí, la tengo, ¿y qué? ¿A usted, señor funcionario, o señor político, qué cojo... le importa? Si con el número de hijos que tengo no me dan la beca, me río de Janeiro.

Después de rellenar todo, todo, pero que todo... hay que descargar un fichero PDF e imprimirlo. Los políticos suponen que todos tenemos impresora en casa: sí, señor político, nos sobra el dinero. Porque, ¿sabe usted?, los cartuchos de tinta parece que los hacen con oro molido. Cuestan más que la impresora. ¿Y qué decir de las impresoras? Obsolescencia programada. En cuanto pasa la garantía, deja de funcionar. Empieza a emitir errores extraños y no importa todas las soluciones que adoptes, mejor que la uses para sacarle los motores y hacer experimentos con tus hijos, porque para otra cosa no vale.

Antes imprimía en una librería cercana, pero cada fotocopia eran 10 céntimos más otra cantidad por "abrir" la memoria USB. Para cuatro fotocopias, te dejabas una pasta. Eso me indujo a repensar lo de tener una impresora en casa, especialmente desde que nos regalaron una. De hecho, la tengo operativa con cartuchos reciclados (más baratos que los nuevos) por si hace falta para una urgencia. Pero habitualmente no la uso.

Menos mal que en mi zona (aunque no cerca de mi casa) han puesto una tienda de fotocopias donde puedes mandar los documentos por correo electrónico o llevarlos en una memoria USB, y te los imprimen a un precio razonable. De esta forma te ahorras todos los inconvenientes que conllevan las impresoras domésticas. El problema es que llegar allí supone unos 10-12 minutos andando a buen paso (está a un kilómetro de mi casa, más o menos. Imposible coger el coche, no hay sitio para aparcar).

En fin, después del consabido paseo hasta la tienda de fotocopias, ya tengo los formularios impresos, pagados de mi bolsillo (vale, lo acepto: otro ahorro para la Administración).

Ahora hay que ir al colegio y entregarlos. Cuando voy a presentarlos en Secretaría... ¡mecachis! ¡Me he dejado los tiques de compra de los libros de texto en casa!

Porque ahora hay que guardar los tiques para pedir la ayuda. O sea, que si eres diligente y consigues los libros (o parte de ellos) de segunda mano, de eso también se aprovecha la Administración, porque por esos no te va a dar nada.

La ayuda máxima son 105 euros. No sé cómo andaré de renta el año pasado, pero con un poco de mala suerte, estaré en el intervalo de "renta per cápita" en el que sólo te dan 75 euros como máximo (ver captura de pantalla de la web del ente autonómico):


Consigo que el señor de Secretaría me recoja la documentación porque hoy es el último día del plazo, y le prometo traer los justificantes de la compra. Cuando llego a casa compruebo que, de los dos que tengo, uno no es factura y el otro es una "factura simplificada" a nombre de mi esposa. Llamada al colegio para ver si me van a valer: NO, TIENEN QUE SER FACTURAS Y ESTAR A NOMBRE DEL SOLICITANTE (en este caso, el solicitante soy yo).

Nuevo paseo, ahora hay que coger el coche debido a la distancia, hasta los puntos de compra, que son dos tiendas distintas, para pedir que los comprobantes los reconviertan en facturas "con todas las bendiciones".

Aún no los tengo "conformes", así que la historia no ha acabado.

Lo que me pone de más mala sangre de todo esto es que los mismos políticos que han ingeniado toda esta carrera de obstáculos para que, al final y con suerte, recibas una M de beca a modo de premio de consolación, no tienen ningún reparo en llevarse millones de dinero público a la primera que pueden. O lo dilapidan en gilipolleces. Nosotros les votamos, les pagamos con nuestros impuestos,... ¿y nos tratan como a delincuentes? "Cree el ladrón que todos son de su condición". Eso debe ser.

Yo tengo la conciencia tranquila ya que hace muchos años que no voto a ese partido que lleva tantos años en el poder y que no quiere depurar responsabilidades entre sus filas. ¿A que sabes de qué partido hablo? Pues ese.




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