jueves, 3 de enero de 2013

Análisis de cafetera FAGOR

Esto es una crítica que escribí en la página de Ciao hace casi tres años. Ahora ha aparecido en mi disco duro, haciendo limpieza, y antes de borrarlo he creído conveniente publicarlo, por si a alguien le puede ayudar. Se trata de un análisis de una cafetera FAGOR que finalmente devolví. Es un modelo que ya no está en el mercado, pero el texto puede servir para esquivar otros productos parecidos y para fijarse en algunos detalles a la hora de analizar un producto que se quiere comprar o que se ha comprado, porque en algunos sitios existe un plazo para devolverlos en caso de no estar conforme con la compra.

Es curioso la cantidad de críticas positivas que se escriben en Ciao (y otras páginas similares), cuando la dura realidad es que casi todos los electrodomésticos modernos tienen grandes fallos de diseño y/o de calidad. En una entrada posterior publicaré una noticia que explica porqué existen tantas críticas elogiosas hacia los productos. Yo entonces no lo sabía, pero hay una explicación.

Paso a copiar y pegar.
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¿Porqué todos los comentarios que leo en Ciao son -generalmente- muy elogiosos hacia los productos? Para eso ya están los fabricantes, que nos inundan con publicidad. Yo creo que aquí toca el turno de ser crítico y buscar los fallos de cada producto. Si leéis mis críticas veréis que parezco el Pepito Grillo de aquí.

Esta cafetera la he encontrado de oferta en Alcampo por 28,90 euros (aunque el precio oficial eran 49,90 ahora, mayo de 2010) y, después de analizarla, he decidido devolverla.
Venía sin documentación de las instrucciones ni de la garantía, aunque imagino que esto es un fallo de Alcampo. Alguien ha devuelto el producto sin esa documentación y no se han dado cuenta, por ejemplo. ¿Por eso el precio tan bajo? Puede ser. Pero aún así, si me hubiera convencido la máquina, me la habría quedado, ya que el manual lo he encontrado en internet y para la garantía seguramente sería suficiente el tiquet de compra.

Pero vayamos a la máquina.

En primer lugar, no se indica por ninguna parte qué pasaría si se deja la cafetera calentando una vez agotado el agua del depósito. ¿Tiene algún termocontacto de protección? ¿Te quedas, por el contrario, sin cafetera porque se quema la resistencia? Ojo, es un dato muy importante porque es muy fácil irse a hacer alguna cosa "mientras se hace el café" y olvidarnos de él hasta después de un rato. (Y a mí ya me ha pasado con una DeLonghi, a la que dejé funcionando y, cuando se agotó el agua del depósito, se quemó la bomba. Así que hablo por experiencia).

En segundo lugar, la presión la coge por calentamiento del agua, es decir, no tiene una bomba que genere suficiente presión como para llamar a la máquina "express" (aunque FAgor y otros fabricantes lo hacen). Simplemente, el agua evaporada en el depósito, en su intento de expandirse, se encuentra con el café molido y arrastra las sustancias que éste contiene. La presión máxima teórica que cogería son 5 bares (unos 5 kg/cm2) pero esto en condiciones ideales. En la realidad, la presión se va liberando a través del café y no sube mucho. (Importante: para coger una mayor presión, es conveniente que el café esté molido muy fino -casi polvo-. También es básico apretarlo en el filtro, para que el vapor no se escape entre las partículas. Sin embargo, en las instrucciones se dice que no se apriete el café. Así que podemos imaginar que la presión alcanzable es bastante exigua). Cuanto mayor es la presión, más concentrado, sabroso y cremoso es el café que se consigue. Ahí está el secreto de las express. De hecho la palabra "express" significa "de la prensa", es decir, "hecho con presión", y no, como alguno pensará, "rápido".
En tercer lugar, no tiene una herramienta para retacar el café dentro del filtro. Esto es consecuencia de lo anterior: el fabricante desaconseja que se apriete el café en el filtro. Esto es otro síntoma en contra de que a estas cafeteras pueda considerárselas "express".

En cuarto lugar, la presión residual que queda en el depósito hay que liberarla luego girando el mando hacia el vaporizador. Otro engorrillo más del que hay que estar pendiente.
En cuanto al tubito "para hacer capuchinos" la verdad es que nunca lo usé en mi máquina anterior. En esta lo he probado calentando sólo agua y parece que va bien. No tengo nada que comentar negativo, aunque puede que lo haya. Simplemente, no soy aficionado a esa práctica de meter vapor a los líquidos.
Una posible ventaja de esta cafetera es que es española, lo que -en teoría- facilitaría encontrar repuestos. Pero las instrucciones que me he bajado de internet llevan fecha del 2004, así que lleva unos 6 en el mercado. A la velocidad a la que cambian los modelos, ¿no estará ya descatalogada?. Tal vez no sea tan fácil encontrar piezas de repuesto.

En resumen, después de lo visto, yo no recomiendo la compra de esta cafetera ni de otras similares, aunque se las denomine "express". Es un quiero-y-no-puedo que se queda a medio camino entre las de goteo y las express verdaderas. Voy a devolverla y esperar a que pongan de oferta una express de verdad (trabajan a 15 bares de presión) por unos 40 euros. Entonces tal vez me tire a la piscina, aunque también aplicaré la experiencia anterior para buscarle los contras (los "pros" suelen están explicados en la caja del producto). No todo es el precio.

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