sábado, 15 de noviembre de 2008

Me quiero ir de ONO

Hoy he decidido, por fin, darme de baja del servicio de internet de ONO.

Para empezar, hay que llamar a un teléfono de pago (902929000). Eso ya me cabrea bastante, y más tratándose de una empresa de telefonía. Podrían distinguirse, por lo menos, en eso. Es como si vas a hacer una gestión a Iberdrola y ves que no hay apenas luz en la oficina donde te atienden, y se te ocurre hacer un comentario: «¡Traígasela usted de casa, señor!» podrían decirte y eso sería lo equivalente a que te hagan pagar por llamar a ONO.

Después, te tienen un rato esperando, con una música penosa y una voz femenina, machacona, que repite sin cesar:

- Nuestros operadores están ocupados. El tiempo estimado de espera es superior a 4 minutos.

(vuelta a la música penosa durante quince segundos o así)

- Nuestros operadores están ocupados. El tiempo estimado de espera es inferior a 4 minutos.

(y vuelta a la musiquilla, y vuelta a la voz, así no sé cuántas veces).

¡Buf! Esos cuatro minutos, si es que han sido, cuatro se me han hecho interminables.

Por fin, la voz empalagosa de una mujer sudamericana:

- Buenas tardes, soy (no recuerdo), ¿en qué puedo ayudarle?

- Hola, quería darme de baja del servicio de internet.

(Me pide el DNI y mi nombre, no sé para qué, como luego se verá. También me interroga sobre porqué quiero darme de baja. Le respondo que porque son caros y me cobran paquetes de 500 Mb ¡a 5 euros cada uno! que yo considero que no he gastado pero que tampoco tengo medios de demostrarlo).

- Lo siento señor, para darse de baja tiene que llamar de lunes a viernes de 8 de la mañana a 10 de la noche, que es cuando trabaja el departamento que gestiona las bajas...

- Pero... ¡si llevo 10 minutos al teléfono! ¿No se lo puedes decir tú?

- No señor, yo lo dejo aquí apuntado, pero tiene que hablar con ellos de lunes a viernes de 8 de la mañana a 10 de la noche...

- Pues vaya rollo...

- ¿Puedo ayudarle en algo más?

- Pues creo que no... (para lo que me has ayudado, hija).

- Buenas noches.

- Adiós (¡y vaya con Dios!).
Y yo me pregunto:

¿No hay españoles que quieran trabajar de teleoperadores? ¿Porqué siempre son sudamericanos? ¿Es que pagan una miseria? No parece un trabajo tan malo... salvo que la empresa sea penosa y las llamadas sean mayoritariamente de clientes cabreados, porque entonces sí que hay que aguantar mecha... Nos cabrean tanto esas voces acarameladas cuando llamamos a las empresas y vemos que es inútil, que yo creo que ellas (las empresas) son las principales culpables de la xenofobia que puede haber en España, cualquiera que sea el grado de esta que halla.

¿Porqué las empresas ponen teléfono gratis para los no clientes y de pago cuando ya eres cliente? ¿Para que sintamos que nos tienen cogidos por ahí abajo...? ¿Porqué una empresa de telefonía como ONO no tiene un teléfono gratis para sus clientes, aunque sea a condición de que llamen a través de una línea de ONO?

¿Es que dentro de una empresa de comunicaciones no saben comunicarse? ¿No hay que facilitarle la vida al cliente? ¿Tiene que llamar 2 veces cuando, por fin, ha conseguido hablar con una operadora? ¿Qué clase de burocracia es esta?

Señores de ONO...

...¡ADIÓS!

¡Ahora me han convencido para que me dé de baja también de la telefonía fija!

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