No hace muchos años el caso de las vacas locas salpicó también a toda Europa y hubo muchas muertes a consecuencia de ello. Se suponía que las autoridades -que sus buenos sueldos se llevan- habrían tomado medidas para que esto no volviera a ocurrir. Pues parece que no.
Se ha descubierto el fraude cuando ya la carne ha pasado por las tiendas y las mesas de media Europa. Parece que en este caso no hay peligro alimentario (aunque sin olvidar el fenilbutazon, usado para tratar a los caballos, que puede ser dañino para los humanos) pero si lo hubiera habido, habríamos estado igualmente expuestos que en el caso de las vacas locas, y nadie nos asegura que no podría haber sido peor que aquél caso.
Por otro lado, a mi los caballos me caen bien, me parecen animales nobles que tienen lazos históricos con las especie humana, habiendo servido como medio de transporte y como animal de compañía desde la noche de los tiempos. Es verdad que no tenemos tanta familiaridad como con el perro, pero cuando miras a un caballo a los ojos puedes ver su inteligencia, su profundidad, su 'alma' casi humana. Yo nunca comería carne de caballo, como no comería carne de perro o de gato, salvo que me fuera la vida en ello. Se me encoge el corazón cuando veo en algunas carnicerías que anuncian 'carne de potro'.
Es una razón sentimental, si se quiere, pero estoy seguro de que muchos europeos pensarán como yo. No quieren que les den caballo por vaca.
Y volviendo a los 'traficantes de carne': ¿ni siquiera MacDonalds hace análisis de la carne que compra, con todo lo que presume de su carne?
En otras palabras: los controles han fallado. ¿Quién va a asumir responsabilidades? Como siempre: nadie.
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Hamburguesas y lasañas, el escándalo por la carne de caballo crece en Europa
El descubrimiento en
Gran Bretaña de carne de caballo en hamburguesas y lasañas congeladas
vendidas en los supermercados como productos de carne vacuna se ha
convertido en un escándalo de proporciones europeas, con tintes de
fraude, que salpica, en particular, a Francia.
Su investigación "ha permitido identificar que la carne utilizada en la fabricación de estos productos fue suministrada por un operador francés de carne", subrayó.
Poco antes, las autoridades sanitarias de Luxemburgo, lugar donde se prepararon los platos de la marca sueca Findus, habían asegurado que la carne es de origen francés.
La empresa luxemburguesa Tavola, que fabricó los productos, importó la carne de "un proveedor francés", dijo a AFP el director de los servicios veterinarios de Luxemburgo, Félix Wildschutz, quien precisó que hay "fraude" en el etiquetado.
La francesa Comigel, que también suministra desde 2011 "lasañas de vacuno" a Findus y vende sus productos congelados en una quincena de países, acusó a un proveedor francés del engaño y anunció la retirada de todos sus productos.
Las autoridades sanitarias británicas pidieron el jueves por la noche a la industria agroalimentaria que "proceda con urgencia a analizar los productos preparados con vacuno para comprobar si contienen o no carne de caballo".
El escándalo de la carne equina saltó a mediados de febrero con el hallazgo por las autoridades irlandesas en carne picada o molida producida en el Reino Unido y en Irlanda y vendida, principalmente en Tesco, la primera cadena de supermercados.
Entonces se retiraron decenas de millones de hamburguesas de los anaqueles de los supermercados y Burger King cambió de proveedor por precaución.
Pero el caso ha dado un giro espectacular cuando la Agencia británica de Seguridad Alimentaria anunció el jueves que había encontrado en lasañas hasta el 100% de carne de caballo pese a que en el etiquetado anunciaba que era vacuno.
Dichas lasañas están fabricadas también por la marca francesa Comigel, y distribuidas por Findus, que anunció este viernes en un comunicado la retirada de este plato de los supermercados en Suecia.
Esta "situación es totalmente inaceptable", dice el ministro de Medioambiente, Owen Paterson.
La FSA que trabaja "en estrecha colaboración con las autoridades francesas e irlandesas "para atacar las raíces del problema", estima que no hay riesgo para la salud.
Sin embargo, existe temor de que
la carne de caballo contenga fenilbutazon, un medicamento utilizado para
tratar los dolores de los equinos.
Las lasañas en el ojo de mira, vendidas en los supermercados británicos de Tesco y Morrisons, fueron retiradas de los anaqueles el lunes, según Findus. Pero Tesco y Aldi también retiraron otros productos como espaguetis boloñesa, que susciten dudas sobre su composición.
Findus, que presentó sus disculpas por el engaño en los productos, estima que no hay problemas para la salud.
Las autoridades británicas, que han movilizado a la policía, investigan el escándalo, y evocan dos "causas posibles".
"La primera podría tratarse de una grave negligencia, pero la segunda hipótesis es de naturaleza criminal, por haber sustituido deliberadamente un producto por otro", declaró el director de operaciones de FSA, Andrew Rhodes, a la BBC Radio 4.
Los bookmakers, casas de apuestas,
se regocijan apostando por los animales cuya carne podría ser detectada
en productos vendidos en los supermercados: lidera el ciervo, los
asnos, las ardillas o incluso las cebras.
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